Rishma Banerjee
রিশমা ব্যানার্জী
País: India
দেশ: ভারত
El texto original:
12th November, 2015, Paris.
Today ....
Today ....
That was the last entry in her diary, in a series of
such leather bound volumes which lined an entire shelf in her bookcase.
Her entire life, since the day they had been assigned "The diary of a
young girl" in school, had been chronicled in the brown worn out, dog
ear'd diaries, in the most brutal yet exquisite details.
Her first crush and it's secrecy, the first time she
saw the blood ooze out of her for five days and its discomfort, the first time
she went to see a movie without her parent's permission and its forbidden
pleasure.
The hit of the first joint that she smoked with her
friends and its high, the thrill of kissing the cute guy as a part of a truth
or dare game, and its flush.
The first touch of foreign hands, on her breasts
and its desperate craving, the first whisper of hot air against her clavicle
and its chill down the spine.
The first night after the wedding and it's passion,
the first pregnancy and its excitement. The first stillborn, and the
excruciating, unbearable pain.
Everything in the most brutal yet exquisite details.
The diaries, happily condemned to bear the burden of secrecy and stories,
conjectures and ramblings.
The words flowed out of her pen, with an ease and
contentment which beffitted a swan in a pristine lake, in the green, bright
countryside.
Yet, the experience of her first rock concert of
Eagles of Death Metal remained unreported. As the Bataclan Theaters fell
silent, so did she. Forever. And, contrary to her belief, the sword of human
beings' greed for power once again reigned supreme.
La traduccion al español :
El 12 de noviembre, 2015, Paris.
Hoy...
Fue la última entrada
en su diario, en una serie de tales volúmenes encuadernados de cuero que se
alineó en un estante entero en su librero. Toda su
vida, desde el día habían sido asignados "El diario de una joven" en
la escuela, había sido crónica en el marrón desgastado, los diarios manoseados,
en los detalles los más brutales pero exquisitos.
Su primer amor y su
secreto, la primera vez que vio la sangre exudar hacia fuera de ella durante
cinco días y su malestar, la primera vez que fue al cine sin el permiso de sus
padres y el placer prohibido de la película.
El éxito de la
primera articulación que fumó con sus compañeros y la alta de fuma, la
sensación de besar el lindo chico como la parte de una verdad o se atreve
juego, y su calor.
El primer contacto de
las manos extranjeras, en sus pechos y el deseo desesperado del contacto, el
primer susurro de aire caliente contra su clavícula y su escalofrío por la
espina dorsal.
La primera noche
después de la boda y su pasión, el primer embarazo y su emoción. El primer
muerto, y el dolor agudísimo, insoportable.
Todo en los detalles
más brutales, sin embargo, exquisitos. Los diarios, felizmente condenados a
soportar el agobio del secreto y historias, conjeturas y divagaciones.
Las palabras fluyeron
de su pluma, con una facilidad y satisfacción lo que correspondió a un cisne en
un lago prístino, en la campiña verde y brillante.
Sin embargo, la
experiencia de su primer concierto de rock de 'Eagles' de 'Death Metal' siguió
siendo no declarada. Como los Bataclan Theatres cayeron en silencio, lo hizo
ella. Para siempre. Y, contrario a su creencia, la espada de la avaricia del
ser humano para el poder reinó suprema una vez más.
El poema original:
And as the sky poured
open,
We danced our last.
Your dark black hair
flew
around
Overjoyed, as we held
hands
and ran through the
greens in
the rain.
The water, trickling
down your
face,
Washed away, in her
own
way, with her own
caress the
demons that you held
back.
Even if it was just while
we
danced our last.
That day as the wind
flew,
As the leaves swayed
As the soil sang,
We danced our last.
La traduccion al
español :
Y mientras los cielos
vertían
abiertos,
bailamos la última
vez.
Tu pelo negro oscuro
viola
alrededor,
estabas contentísimo
porque nos tomamos las manos
y corríamos por los
verdes en
la lluvia.
La lluvia, goteando
por tu
cara,
Fue lavado, en su
propio
modo, con su propia
caricia,
Los demonios que te
contenías.
Incluso si era justo
mientras
bailamos la última
vez.
Ese dia como el
viento voló,
Como las hojas se mecían
Como la tierra cantó,
bailamos la última
vez.
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